Es mayo, la tierra ya recibe gozosa las lluvias que fertilizan sus entrañas. El verde empieza a prevalecer en los campos y los cultivos se preparan para la futura cosecha. Es mayo y en Nicaragua se rinde homenaje a una figura que encierra los más nobles sentimientos. Es mayo y nuestro corazón late más fuerte por un ser especial. Tenía que ser en mayo el Día de la Madre Nicaragüense pues como la tierra que nos alberga en su seno, la madre nos cobija con su amor y ternura.
Resulta más que necesario para la Junta Directiva Nacional de Los Pipitos transmitir a todas esas grandes mujeres sus muestras de cariño y respeto, pues sin ese amor maternal muchos de nuestros niños y niñas con discapacidad nunca hubiesen alcanzado sus metas.
Ustedes no sólo son un ejemplo a seguir también son el corazón de esta causa y el motor que nos impulsa a no rendirnos y seguir defendiendo los derechos de nuestra niñez con discapacidad. Se dice que sólo una madre entiende el dolor que implica ver el sufrimiento de un hijo o hija, por muy sencillo que éste parezca. Un pinchazo, una caída, una fiebre, una lesión, la burla, el rechazo, la falta de uno de sus sentidos o el no poder caminar, son razones suficientes para llorar y sentir el más profundo dolor, pero es aquí donde surge esa transformación admirable que convierte el llanto en esa fuerza interna que la hace sacar adelante a sus hijos e hijas.
Para nosotros esa energía, ese positivismo, ese espíritu de lucha es lo nos llena el alma de gozo y nos hace despertar cada día con las ganas de hacer bien las cosas. En nuestra Asociación hay valores claves que surgen de esa labor que cada mamá desarrolla con su hijo o hija. La constancia, la perseverancia, la lealtad, la humildad, el permitirse soñar lo vemos a diario en nuestras madres.
Cuánta enseñanza recibimos de ustedes mujeres extraordinarias. Cuánto amor, respeto y admiración nos despiertan y es por ello que resulta tan difícil expresar en un mensaje todo eso que para nosotros significan. Estas líneas son insuficientes para demostrarles el profundo cariño que les tenemos, sin embargo, son la muestra palpable de que para Los Pipitos es motivo de orgullo contar con miles de madres que de una u otra forma están cambiando la realidad de la niñez y de la juventud con discapacidad en Nicaragua.
“De las lagrimas a la esperanza, 25 años de conquista” es lema que en nuestro XXV Aniversario de fundación hemos destacado. Y es que han sido 25 años de trabajo continuo y sabemos que gracias a su entusiasmo, dedicación y entrega nuestra Asociación seguirá haciendo historia en nuestra patria.
¡Que Dios las bendiga hoy y siempre, madres ejemplares de Los Pipitos!
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL
ASOCIACIÓN DE PADRES CON HIJOS DISCAPACITADOS
LOS PIPITOS