Moviéndose de un lado a otro, con hermosos ojos y una sonrisa contagiosa Jesús Ramsés disfruta de su espacio preferido en la Unidad de Desarrollo Sicomotriz, donde recibe sus terapias mientras juega.
Su mamá Carla Patricia Gutiérrez lo observa y con emoción expresa que su pequeño es un luchador, a su corta edad ha alcanzado uno de sus más grandes logros , el miércoles 24 de julio Jesús se encontraba celebrando quince días de haber abandonado el andarivel con el que se apoyaba para movilizarse.
Carla nos cuenta que mientras Jesús intentaba recoger un juguete que se le había caído, se resbala e intenta ponerse de pie, ella corre intentando socórrelo, pero el niño empezó a dar pasos y le dijo “mamá yo quiero caminar, yo voy a caminar, porque soy un hombre”. Su mamá asustada le pregunta ¿y si te caes? a lo que Jesús respondió, “entonces me levanto como el hombre araña”.
Es así como Jesús Ramsés a sus cuatro años comienza a vencer la espasticidad o rigidez en los miembros inferiores que le descubren cuando era un bebe de tres meses y es atendido en el Instituto Médico de Los pipitos donde además le diagnosticaron parálisis cerebral leve y problemas de visión atribuidos a su nacimiento prematuro.
A pesar de que los médicos no aseguraban que pudiera sobrevivir en una incubadora con tan solo 26 semanas de gestación, Jesús Ramsés se aferro a la vida y a los treinta y tres días de nacido fue sostenido por primera vez en los brazos de su mamá. Aunque la lucha no termino ahí, también logro vencer los muchos exámenes y la cirugía que al año de vida le realizaron con el propósito de estirar los tendones en sus dos piernas, permitiéndole apoyar la planta de sus pies en el suelo.
Con una fortaleza admirable este pequeño luchador como le llama su mamá continua su rehabilitación y las terapias estarán enfocadas en mejorar la marcha. Las lagrimas se, entre mezclan con las sonrisas al ver en cada paso un sueño hecho realidad.