Artículo publicado por www.elnuevodiario.com.ni
Por: Luis Armando Rivas Cagnoni*
Desde que la directiva de la Asociación Los Pipitos tomó la decisión de hacer público el conflicto con Fundación Teletón, he leído algunos artículos de personas relacionadas a esa asociación sobre la historia y roles entre el Club Activo 20-30, los Pipitos y Fundación Teletón, que definitivamente ameritan una aclaración.
Activo 20-30 es una organización internacional formada por jóvenes sin restricciones de credo religioso o político, quienes en su tiempo libre realizan obras de bien social para la niñez en diferentes situaciones de riesgo. En Nicaragua surge en 1957 por iniciativa de jóvenes empresarios y por temas políticos desaparece en 1979.
Hace 21 años reactivamos esta idea y emprendimos el reto de renovar El Club Activo 20-30 Managua, retomando el objetivo de formar líderes al servicio de la niñez.
Teletón en Activo 20-30 Managua
Desde los 90 los Clubes Activo 20-30 en Centroamérica, venían realizando los teletones en sus países y en 1999 nos motivan para que Activo 30-20 Managua registre la marca Teletón y así realizar en Nicaragua un proyecto sostenible a largo plazo, con impacto en la niñez.
En el año 2000, Activo 20-30 Managua registra la marca Teletón y empezamos la búsqueda de ese proyecto social que beneficiara a niños y niñas de nuestro país.
En el mismo año 2000, representantes de la Asociación Los Pipitos se acercan al Club Activo 20-30 Managua, luego de un viaje que realizan a Honduras para conocer el trabajo de Teletón en ese país y traen la información que en Nicaragua la marca ya está registrada y en dominio de Club Activo 20-30 Managua.
Entre gente conocida de ambas organizaciones, logramos una primera reunión para encontrar puntos comunes. A partir de ahí, se acuerda buscar personas con credibilidad social que nos ayuden a dar más respaldo a este gran proyecto y firmamos un convenio para realizar la primera colecta. Asimismo, en paralelo fuimos trabajando la creación de una fundación sin fines de lucro, como se hace en todos los países de Latinoamérica, independiente a ambas organizaciones y con el objetivo de velar por la niñez con discapacidad de nuestro país.
Se formó la primera junta directiva conformada por dos representantes de Club Activo 20-30 Managua, un representante de la Red de Amigos de Los Pipitos y seis representantes de la sociedad civil. De esos fundadores solo tres nos hemos mantenido permanente en estos 17 años.
Entre los directores de la Junta Directiva de Teletón involucramos a nuestros amigos cercanos y familiares. Fue así que arrancamos con ese primer Teletón, en julio del 2001, con más temores que certezas pero con la plena convicción de que iniciábamos una obra hermosa que daría esperanzas a la niñez con discapacidad nicaragüense.
Su primera presidenta, doña Lucia Salvo Horvilleur (q.e.p.d), insistió que para corresponder a la confianza que los nicaragüenses nos otorgaba, teníamos que asegurar que los fondos recaudados fueran auditados por una firma de prestigio y renombre. Es así que desde el primer año la firma Pricewaterhouse Coopers (PWC) realiza las auditorías de cómo se invierten las donaciones.
Para el siguiente año, más formalizados y después de ver la reacción y el desborde de todo el pueblo nicaragüense, se piensa que es necesario el apoyo y la formalidad de un equipo administrativo competente, estableciendo nuestra primera oficina en el antiguo Centro Banic.
Ya en el 2008, y para dar estabilidad a la Fundación, nos planteamos una reforma a los estatutos y vimos necesario que la Junta Directiva de Fundación Teletón se conformara por tres representantes del Club Activo 20-30 Managua, tres representantes de Los Pipitos y seis representantes de la sociedad civil.
A medida que la obra crecía, vimos la necesidad, junto con los representantes de la Asociación Los Pipitos, de consolidar un equipo de trabajo permanente que desarrollase las diferentes estrategias de recaudación, comunicación, sensibilización, así como la correcta administración de los fondos para que Teletón tuviese mayor impacto social.
Los donantes nos empezaron a exigir más información de cómo se usaba el dinero que nos confiaban, lo cual es apenas lógico. Había necesidad de dar acompañamiento a las empresas que se unían a nosotros. Se debía enviar información de todo el trabajo que se realizaban en los centros durante todo el año, gracias a esa solidaridad y respaldo financiero.
Comprendimos que la discapacidad iba más allá de una obra de beneficencia o caridad, que había que trabajar con enfoque de derechos y que nuestros donantes, nuestros voluntarios, los jóvenes de colegios y universidades, la sociedad civil y otras organizaciones amigas nos demandaban más información de la labor que se hacía y nos convertimos en un canal para cambiar percepciones y prejuicios en nuestra sociedad, estábamos impulsando un país más inclusivo.
Fundación Teletón nunca ha sido un simple recolector y administrador de fondos, como pretenden mostrarlo, siempre estuvo involucrado en esa hermosa misión de cambiar vidas a través de la rehabilitación, velando por la calidad de atención en los ocho centros construidos. Fue precisamente el pedir a la Asociación Los Pipitos que mantuviéramos esa calidad, que enfocáramos los esfuerzos es los ochos centros y no en todos sus programas, lo que origina las diferencias. La divergencia ha sido en la aplicación de modelos de rehabilitación. Aquí nunca ha habido mal manejo y abuso de recursos. Los representantes de esa Asociación lo saben pues ellos formaron parte de las decisiones en estos 17 años.
Como miembro fundador de Teleton y como representante del Club Activo 20-30, preservamos invariable nuestro compromiso de servir a la niñez con discapacidad, esperando por el bien de la causa, que nos ha unido a lo largo de estos años, fomentemos un debate de altura que permita a los involucrados llevar a buen término el conflicto y que siempre prime el interés de trabajar para mejorar la calidad de vida de chavalos y chavalas con discapacidad.
*Expresidente de Activo 20-30 Internacional y vicepresidente de Fundación Teletón.
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